La arquitectura se está convirtiendo en una industria fría.

Cada vez es más común la producción en serie, la estandarización, el copiar detalles de internet, el usar bloques de autocad... Todo nos lleva a perder originalidad en la arquitectura y eso nos hace perdernos a nostros mismos.

La arquitectura no debe hacerse bajo una nave de chapa con movimientos mecanizados. Debe hacerse desde el sitio (porque no hay dos sitios iguales) desde el conocimiento del estado del emplazamiento y extrapolando sus cualidades a la obra. 

Jamás llegaremos a ser Creadores, a alcanzar la belleza desenfadada de la naturaleza, su cruda y desnuda perfección; pero si podemos hacerle un bonito nuevo traje, a medida, que resalte sus encantos y así poderla exhibir sin provocarle pudor. 

El texto me hace pensar que los arquitectos debemos ser menos ingenieros y más sastres: hacer trajes a medida a los hermosos cuerpos que se nos ofrecen.