COMENTARIO. La escala humana.

Creada el 28 de Octubre de 2015 a las 22:35 por evamolina

Proyecto: Urban Games 2015
Tema: Urban Game 5. ARQUITECTURAS
Coordinadores: abarca dacama

Valoración general

0/5 (0 votaciones)

Valoración de coordinadores

0/5 (0 votaciones)

Descripción

Reflexión sobre el documental "The human scale".

EntradaBlog

Entrada de Blog

El presente se parece mucho a las películas futuristas del s.XX, sin embargo, nosotros no hemos cambiado. Recuerdo Blade Runner, se situaba en el año 2019, la ciudad era fría y oscura y las personas, al igual que ella, se habían convertido en seres insociables que se mezclaban con máquinas perfectas.

Aunque nuestro mundo aún no es tan drástico, el urbanismo y arquitectura actuales contribuyen cada vez más al aislamiento de los ciudadanos. A mediados del siglo pasado la forma de entender la ciudad cambió radicalmente, la población aumentó y se reinventó la manera de vivir: edificios más altos casi autónomos, espacios vivideros más reducidos para una o dos personas… Son ejemplos las unidades de habitación de Le Corbusier o los experimentos metabolistas en Japón, que en su momento fueron considerados de una gran modernidad pero ahora entendemos que el ser humano no puede vivir así.

 

El documental nos muestra como China ha perdido la calidez de las pequeñas poblaciones, el crecimiento de la ciudad se refleja en la construcción de más y más autopistas que conectan sus principales puntos y se inundan de coches. La distancia desde las viviendas a los centros industriales es abismal por lo que los trabajadores salen de casa al amanecer y no regresan hasta el anochecer. Por lo tanto, las relaciones vecinales no sólo se han perdido por la gran cantidad de gente que habita un pequeño lugar, sino que los espacios residenciales se han convertido en meros dormitorios, sin interacción en el exterior.

La parte positiva de esta situación es el crecimiento de la economía, pero es triste que hayamos conseguido el acceso a lo material a costa de perder el sentido de nuestra vida.

 

Oponiéndose a China se encuentra Copenhague, una ciudad de la que tenemos mucho que aprender. La bici es notablemente más usada que el coche, algo posible gracias a la gran extensión de carril bici del que disponen. Nos muestra como a más carreteras, más coches, y a más espacio público, más vida.

 

Personalmente, Nueva York ha sido el lugar que más me ha impactado. Siempre había tenido la imagen de una ciudad moderna, progresista y liberal, pero nunca había reflexionado sobre el verdadero modo de vida del neoyorquino.

Es estremecedor el comentario de un taxista que piensa que Nueva York no necesita carril bici, que a la gente no le gusta montar en bicicleta, que no tiene tiempo para ello. El ciudadano está totalmente convencido de que la nueva forma de vida se basa en el coche, adueñándose las carreteras de todo el espacio libre entre edificios. Pero es curioso como todo el mundo acude en masa a disfrutar las intervenciones espontáneas, y es que el ser humano es sociable por naturaleza aunque la ciudad moderna se oponga.

 

Daca posee unas raíces culturales fortísimas y una identidad propia que se diferencia notablemente de los lugares anteriores y sin embargo, sigue siendo tratada con la misma frialdad. Uno de los problemas que se debate en el documental es que se prohibieron lo carros porque congestionaban las calles, lo que supuso una gran pérdida de empleo. Y a pesar de haber descuidado una parte de su historia no se ha solucionado nada ya que ahora las calles están inundadas de coches que son más grandes y contaminantes que el antiguo transporte. De nuevo vemos como la máquina se ha apoderado de la ciudad y las infraestructuras invaden el territorio, infraestructuras pagadas por una gran mayoría de ciudadanos que no tiene acceso al coche propio. Me parece indignante que tras todo este derroche, no dispongan de espacios peatonales seguros para personas de cualquier condición, teniendo en cuenta que el coste es mínimo si lo comparamos con el de las carreteras de alta velocidad.

 

Aún estamos a tiempo de asumir nuestros errores y actuar en consecuencia creando un mundo mejor para las generaciones posteriores, porque si esto no lo conseguimos ahora, los futuros ciudadanos no conocerán otro modo de vida. 

Comentarios

Aún no hay comentarios para esta entrada. ¡Sé el primero!


Accede o regístrate para comentar y puntuar la entrada.