Mientras las periferias de las grandes ciudades muestran los fracasos de los bloques residenciales, la edificación en altura y los grandes vacios de suelo… el texto nos vuelve a plantear algunas de las cuestiones que siempre venimos tratando, es decir, una reflexión sobre estos barrios residenciales, densidades, costes, modelos de forma y parcelación, anchura de calles, centros y lugares colectivos, espacios entre edificios…. elementos que hasta ahora habían parecido como aislados se empiezan a descubrir como temas de ordenación de conjunto, sujetos a posibles reglas de diseño urbano.

Destaca que las dos posturas del urbanismo, el formalismo que se apoya en la legislación y el informalismo que se apoya en el lugar, la edificación…deben ir de la mano, dando riqueza a la experiencia visual.

Su papel como padre del urbanismo británico se baso en la voluntad de diseñar y dar forma ordenada al crecimiento espontaneo de las ciudades y la localización improvisada de las cosas, construyendo las bases del urbanismo desde lo general a lo particular, donde se debe procurar que no existan dos ciudades iguales, cada una debe tener su carácter.

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