El texto nos habla de la piel de las ciudades. Comienza poniendo el ejemplo de Venecia; "¿Venecia es edificios o arquitectura?". Para el autor, los edificios son la tumba de la arquitectura, la arquitectura es algo más.

También habla de aquella arquitectura sin materialidad, que no es perceptible para el tacto, aquella que es socialmente significativa. También se pregunta por el urbanismo de hoy en día(esta preocupación es algo que tiene en común con los autores de los textos anteriores), para él en la atiguedad se construía menos y con más calidad y hoy día se construye más cantidad de ciudad. Yo creo que esto se debe al gran incremento de población de las ciudades y la necesidad de albergar a esa población a corto plazo; este fenómeno es el que está provocando la aparición de las denominadas ciudades dormitorio, en las cuales la gente no trabaja y solo va a ellas para dormir después de trabajar todo el día en la metropoli.

Por otra parte dice que las ciudades de hoy día, aunque no sean tan bonitas como las del pasado, son más interesantes, ya que la sociedad actual evoluciona a un ritmo grande y las ciudades son aparatos cada vez más complejos en los que se producen actividades muy diferentes y a todas horas (esto es algo que no ocurría en la antiguedad). "La ciudad es una máquina cada vez más rica y diversa por la vida".

Y también como en textos anteruires, el autor afirma que la arquitectura debe ser la que produzca un sentimiento de pertenencia, de identidad, al ciudadano sobre su ciudad.

En resumen, bajo mi punto de vista, la ciudad ha de ser una caja de sorpresas y emociones, no algo aburrido. Debe haber mezcla de funciones, diversidad cultural, muchas opciones que a la vez deben estar relacionadas entre sí. Su crítica (para mi acertada) a la arquitectura monumental que no tiene ningún beneficio para la ciudad es el resultado  de una arquitectura únicamente hecha para la gloria de un político o un arquitecto que quiere dejar su nombre(marca) en la ciudad.

La ciudad debe ser multicultural y útil antes que bella y, sobre todo, debemos entender que las ciudades son para las personas y no para los edificios.

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