Entrevista que gira en torno a la Bienal de Venecia y a la Expo de Zaragoza.

Lo primero que me ha llamado la atención sobre esta entrevista es el debate abierto que existe sobre si la arquitectura se puede concebir como tal sin entrar construida. En mi opinión, no es así. ¿Cómo podemos considerar un elemento arquitectónico sin que hayamos tenido la experiencia de haberlo disfrutado? De esta forma, todo el mundo hemos hecho arquitectura desde pequeños cuando dibujábamos esa casita en el campo o el castillo de la princesa. La arquitectura es experiencia y esta nos la da la materia construida.

Hoy en día, se está intentando transformar la ciudad, modernizarla en un corto periodo de tiempo, pero una ciudad no se hace en 5 años. Si en vez de centrarse el objetivo en modernizar edificios que pudieran estar tanto en Madrid como en París por ejemplo, nos centráramos en estudiar el lugar, su tradición y cultural, cada edificio sería de una infinita calidad ya que estaría hecho para ese lugar específico y no un modelo estándar para salir del paso. Si para llevar a cabo esto se escuchara a la población, a las gentes que tanto tiempo han estado viviendo con los problemas que presentan las ciudades, sin duda todo sería de mucho más valor. Si esto sucediera, aumentaríamos el sentimiento que tenemos de que compartimos una ciudad, de que es nuestra, que hemos tenido algo de opinión, que hemos ayudado a hacerla mejor y no que todo eso recaiga en manos de quien “firma los papeles” y ya está. 

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