¿La forma final de una ciudad está concebida desde la primera línea de su diseño?, ¿o ha ido transformándose con el paso del tiempo?. Esa es la pregunta que muchos nos hacemos, si la ciudad es así por una razón o ha sido el resultado de diferentes modificaciones. El aumento de población trajo consigo el aumento de relaciones vecinales, el aumento de la movilidad y los flujos, la necesidad de trasladarle a otros lugares de forma rápida… Así surgieron las calles como ahora las conocemos, el tranvía, los vehículos y ¿las plazas?, ¿qué es una plaza?. Según el diccionario una plaza es “Lugar ancho y espacioso en el interior de una población al que generalmente afluyen varias calles”. ¿Es solo eso?, ¿Dónde están los sentimientos, las emociones que ese espacio crea en nosotros o las actividades que ahí se pueden realizar?. Muchas personas puede que no se den cuenta de eso, ya que últimamente estamos perdiendo el concepto de “plaza”. Ya no es un lugar tranquilo donde estar con amigos o dejar a los niños que jueguen libremente ya que muchas de estas se han rodeado de tráfico, de flujos de personas, en un lugar de todo menos tranquilo. 

La ciudad se está convirtiendo en un circuito imparable de movimiento. Quizás nos deberíamos plantear si es así como queremos vivir, si entre estrés y bullicio o si es posible tener ciertos espacios dentro de tu entorno urbano para olvidarte por un momento de tu rutina.

 

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