Las ciudades son creadas como respuesta a las necesidades humanas. Estas se hacen a través de las costumbres y formas de habitar de los individuos. El crecimiento de las ciudades ha sido otra de las respuestas a las necesidades que demanda la población.

Si se hace una comparación entre las ciudades antiguas y las de hoy, podemos ver la evolución a través de la necesidad: las ciudades, antiguamente presentaban una trama irregular, en estas lo externo era protagonista, la manera de vivir había creado una trama para las personas, recorridos poco monótonos y que provocaba que las calles se llenasen de gente. En cambio, actualmente con el crecimiento desmesurado de la ciudad debido a la revolución industrial, las ciudades han perdido la “personalidad” , es decir, la respuesta a las necesidades del ser humano, la causa del nacimiento de las ciudades primigenias. De esta manera podríamos estar hablando de una simbiosis en la que el ser humano se aferra a la rutina de una máquina y casi olvida vivir como una persona.

Rem Koolhas acusa a las ciudades que hoy se levantan de carecer de urbanistas, de no tener en cuenta topografía, escalas, de regirse por la economía edificando todo lo posible y dejando los menos espacios verdes posibles. Es por esto que Koolhas llama a los urbanistas que no busquen el orden sino la ciudad que sorprenda al habitante.