Leyendo este articulo se percibe la negatividad del autor hacìa el estado del urbanismo. Es una critica del urbanismo hasta ahora. En el momento el cual las ciudades han crecido asombrosamente de numero ha nacido una paradoja: la profesión del urbanista ha desaparecido en un momento en que está a punto de darse la completa urbanización del territorio, en el momento del triunfo definitivo de la condición urbana. Lo más desconcertante del fiasco de las promesas del Movimiento Moderno (transmutación de cantidad en calidad) es la provocadora persistencia de la ciudad y su manto absorbe cada desastre que sea pronosticado. La urbanización generalizada ha modificado la condición urbana: la noción de ciudad sufre una distorsión. Pero el descontento con la ciudad contemporánea no ha conducido al desarrollo de una alternativa creíble, sólo ha conseguido inspirar refinadas expresiones de tal insatisfacción. Según la visión muy negativa de Koolhaas el urbanismo ahora es una profesión que insiste en sus fantasías, ilusiones, ideologías, y por lo tanto es incapaz de concebir nuevas modestias, intervenciones parciales, realineamientos estratégicos. Creo que ésto es el modo de operar hoy, con modestia, intentando de corregir los errores del pasado, no construyendo sólo en la forma más económica y rápida posible. En un momento en el cual la arquitectura es considerada más que el urbanismo, es importante también concentrarnos en las infraestructuras, en las calles, en los espacios públicos, donde las personas puedan aprovechar la ciudad y el espacio exterior, en el que nosotros seamos los protagonistas y no la rutina en la que estamos envueltos. Koolhaas propone un urbanismo nuevo, capaz de reinventar el espacio psicológico. Nunca más podrá hablar de lo nuevo, sino del incremento y la modificación: este urbanismo re-definido no sólo será una profesión, sino una manera de pensar, cuya ideología consistiría en la aceptación de lo que existe.