La necesidad de establecer y cambiar una virgen o artificial debe tener en cuenta muchos aspectos. El aspecto de interés político y económico (que no sea la economía y la política, las claves fundamentales del crecimiento) ha sido desde el principio de los tiempos, el motor principal de cualquier actuación urbanística. Millones de veces que pasó y millones de veces suceden. Sin embargo, espero que un ojo y una mano humana pueden decidir lo que es realmente necesario y lo que no lo es. Afortunadamente hay tiempo, juez y assestador: el único maestro que establece en un momento determinado el valor del espacio que cambia continuamente.