La gente cada vez mas abandona los pequeños pueblos rurales para ir hasta las grandes ciudades. Desde hace tiempo la ciudad hace que nos separemos las personas unas de otras, y sobre todo, por las grandes distancias que tienen que atravesar para verse. En países como china, la urbanización de las ciudades se está produciendo de manera muy rápida, por lo que es un desafío controlar y acoger este gran crecimiento. La construcción de viviendas en las periferias conlleva el desplazamiento de mucha gente para poder realizar actividades sociales y laborales.

Es necesario hacer un urbanismo pensando más en la persona, ya que la globalización lo está desmidiendo todo. En lugar de adaptar la ciudad a las necesidades humanas las adaptamos a las necesidades del automóvil. Hay un símil entre la vida pública y los automóviles, pues, si más carreteras hay, más coches habrá, al igual pasa con las personas, si más plazas hay, habrá más personas en ellas que faciliten el contacto humano.

Un simple gesto como pensar los espacios residuales puede cambiar la ciudad y la vida de las personas, esto es lo que ocurre en Melbourne, unos callejones donde se amontonaban la basura ahora son espacios poblados con una gran afluencia de gente.

En conclusión, es mucho más fácil y barato realizar proyectos pensando en las personas y adaptando la ciudad a estas que son las que la vivirán en lugar de hacer grandes y costosas infraestructuras que destinadas solo a vehículos a motor que, en muchas ocasiones, no sirven más que para ocasionar problemas y contaminación. 

Fotografia web:http://www.felixseijasr.com/la-oposicion-luce-adelante-pero/