En esta introducción al urbanismo, hablamos acerca de las diferentes ciudades y formas de abordar la ciudad. Como por ejemplo, las ciudades mediterráneas tienen la necesidad de hacer vida en torno a un Ágora, una gran plaza abierta que sirve como lugar de encuentro. En el polo opuesto están las ciudades islámicas, en las cuales las viviendas se disponen como recodos y la fachada solo intenta evadir la casa del exterior, y el verdadero lugar de reunión y desahogo es en los patios interiores de las viviendas, siendo las calles, altos y estrechos muros de tapial.

Surge el concepto de ciudades sin alma, siendo estas ciudades nacidas en una etapa Paleotécnica, la primera etapa de la técnica, cuando surgió la revolución industrial y el único propósito era exprimir al máximo los recursos, creando ciudades en retícula sin los edificios básicos de habitabilidad, solo viviendas y fábricas para explotarlas al máximo, con esas ciudades se perdió la urbanidad de la ciudad.

Pienso que debemos hacer ciudades abiertas, ajenas a una completa industrialización, que sean grandes espacios de sociabilización, creando hitos y grandes espacios comunes que favorezcan la integridad, creando así “ciudades vivas y renovadas”.