El texto se escribe en el contexto del octavo CIAM, que se celebró en Reino Unido en 1951, en el que se trató el concepto del "Corazón de la ciudad". Las ciudades no tenían que ser máquinas perfectas, tenían que estar dotadas de un lugar de referencia, un centro del que los habitantes se sentirían orgullosos.

 

Esta introducción nos clasifica tipos de ciudades según su coyuntura socio-política y otros condicionantes. Encuentra similitudes entre ellas para catalogarlas, aunque sean distintas y tengan su propio carácter, sobre todo por su recorrido histórico.

Si se separan según la forma en que se habitan, las ciudades se pueden separar en ciudad interiores o exteriores.

 

Las ciudades mediterráneas, que se han desarrollado según la cultura latina, están abiertas a la calle, hay zonas públicas y parques urbanos.La casa se relaciona directamente con el espacio público colindante, ya que la vida se hace en el exterior por que el clima lo permite.

 

 

Por el contrario, el modo de vida anglosajón es más cerrado y privado. Tanto en el actual reino unido como en sus antiguas colonias, las interacciones sociales se llevan a cabo en el interior de las casas. Esto se debe a que tienen climas más frios y tienen un entendimiento más individualista de  la vida. Esta sociedad no niega el espacio público, pero tampoco lo trata como en la sociedad mediterránea, aquí este espacio es salvaje y no urbanizado, y no sirve

para socializar.

 

El mundo del Islam, que comparte por regla general las condiciones climáticas en sus ciudades, la vida se desarrolla en el interior de la vivienda, normalmente con relación a un patio. El exterior es caluroso y las fachadas sobrias esconden vergeles interiores de decoración.  El contacto entre habitantes de la ciudad se da en patios frescos alrededor de los cuales se distribuye la casa. Reduciendo las ciudades a esto, la ciudad islámica es una hibridación de las dos anteriores.

 

Las ciudades "paleotecnicas" son, para el autor las colmenas en que ha degenerado la sociedad de la producción industrial. Se contruyen para satisfacer aspectos aparentemente funcionales y no resultan más que en aglomeraciones de personas, sin carácter y sin alma.