Se nos plantean dos modelos de ciudades: las naturales y las artificiales. Las naturales serian “aquellas que se crearon de un modo más o menos espontáneo” y las artificiales “aquellas que han sido creadas deliberadamente por diseñadores y planificadores”.

Las ciudades no pueden ser arboles pues no pueden crecer de forma natural y espontánea, adecuándose a las necesidades de cada momento.

Por el contrario nos encontramos con las ciudades artificiales, que son aquellas que han crecido deliberadamente y planificadas. Son ciudades en donde reina la fragmentación. Han sido pensadas por personas seguramente ajenas a la propia ciudad, casi siempre sin conocer ni estudiar lo que esa ciudad (sus ciudadanos) necesitaba en cada lugar. Son repetitivas e inconexas con la población que las habita. Las funciones están separadas unas de otras y ninguna se enriquece de las demás.

En mi opinión creo que ceñirse a un solo tipo no es lo correcto. No creo que la estructura de árbol sea la solución a todos los problemas pero tampoco que genere problemas en abundancia como afirma el autor.

La mejo situación sería un punto intermedio en el que no todo estuviese estructurado rígidamente pero tampoco creado de forma espontánea ya que, desde mi punto de vista, es un método muy fácil para crear caos.