Para planear bien un sitio hay que tener en cuenta una serie de criterios que en si están relacionados. Primordialmente hay que pensar en el emplazamiento, en la historia del lugar  y en qué medida se puede transformar el espacio. Por otro lado hay que pensar en la persona o grupo de personas a las que va destinada el planeamiento, ya que como destaca Lynch el hombre y el hábitat que le rodea funcionan conjuntamente, pudiéndose definir uno a partir del otro. 

 

Llevando a cabo esto, se pueden llegar a obtener  espacios necesarios y no monótonos y convencionales que tan acostumbrados estamos a habitar en la ciudad moderna.

 

 

 

 

Imagen https://es.pinterest.com/pin/95983035784158018/c