El término de espacio público, se puede entender como un lugar en la ciudad que es de todos, un espacio donde interaccionar, pasear o incluso descansar. No podemos entender un espacio público como una parcela vacía sobre la que se lleva a cabo una actuación, sino como todo el espacio libre de edificaciones con fines privados donde el ser humano pueda relacionarse.

Actualmente cuando se proyecta un espacio público, el arquitecto se suele “encerrar” en la parcela en cuestión llevando a cabo una intervención a veces caprichosa sin tener en cuenta cómo afecta a la ciudad y olvidando la conexión con la trama pública. Obteniendo así lugares aislados que no pertenecen a la trama pública, espacios que no hacen ciudad.

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