¿Dónde ha quedado? Absorbido por el implacable esfuerzo de crecer, pero sin una guía a la que aferrarse. Nuestro deseo de poder (político, monetario…) nos ha cegado a lo inevitable de crecer sin la ayuda necesaria, no encontramos con una creación, una ciudad, a la que hemos alimentado sin cuidado ni precaución, y hemos perdido el control de la misma.

     ¿Por qué ha pasado esto? Quizá la progresiva pérdida de poder de los creadores reales de la ciudad, y su carácter narcisista, les ha llevado a mantener una posición, la cual no se ha adaptado al gran crecimiento de las ciudades. Además, en el momento en el cual los diferentes elementos que componen una ciudad empiezan a desligarse, aumentan este sentimiento de incertidumbre hacia lo que crece la ciudad.

     Hemos llegado a un punto en el cual todo nos parece poco, nos hemos vuelto ambiciosos de poder. Si no somos dueños totales, no nos sirve, y esto sigue aumentando esta problemática del urbanismo. Nos puede gustar mucho crear modelos utópicos, pero no sabemos mirar más allá. No debemos mirar al pasado, pero solo hasta ciertos aspectos, la ciudad romana por ejemplo tenía unas necesidades que podríamos equiparar en ciertos aspectos a las de hoy en día, pero no contaba con los mismos medios. La ciudad actual no puede erigirse en torno a conceptos antiguos, algo a lo cual, muchos creadores están anclados. Para la ciudad que debemos crear, y que necesitamos, antes necesitamos saber lo que tenemos en nuestras manos para conseguir adaptarnos y manejarlo de la forma correcta.

Imagen de modelo de ciudad romana: https://www.google.es/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwim1tacvr7PAhVIuxQKHc3gAxMQjB0IBg&url=https%3A%2F%2F2c0625120890dc744808adce1714bf0566d7319b.googledrive.com%2Fhost%2F0ByrbJ-3PUXR6NW5PYmhmVUtsN0k%2Fciudad_romana.html&bvm=bv.134495766,d.cWw&psig=AFQjCNFhkRNlCeXQ5dXiYxfrNtPJz8GFoA&ust=1475578956666242