El autor desglosa el concepto trazar dividiendo el texto en seis partes.
Comienza hablando de los hitos como puntos de referencia para conectar lugares y para trazar caminos. En la segunda parte se habla del trenzado de la ciudad, refiriéndose a las relaciones entre sus partes. Esta acción ha caído en la sencillez, destruyéndose así la unión entre el recorrido a pie del ciudadano y el tráfico rodado. Posteriormente muestra cómo el concepto de parcelar, surgiendo de las civilizaciones antiguas, forma una retícula. Una ciudad, en mi opinión, debe surgir determinada por parámetros para su trazado y delimitación, ya que es importante agrupar la ciudad, pero siempre siguiendo un determinado criterio para entender su conjunto. En la cuarta parte alude a la escala como un concepto que hay que tratar, ya que es la que forma las medidas de la ciudad, el ritmo, la repetición, la jerarquía de un lugar. Por ello, se deben tratar las diferentes escalas según determinadas características. Ulteriormente menciona la geometría y sus distintas formas como son la retícula, la lineal y la irregular. Finalmente, sintetiza que para trazar es necesario entender el todo y las partes de la ciudad, y dirigir la mirada hacia un futuro, anteponiéndose al desarrollo y dedicando atención a los detalles.