El ser humano siempre ha sido un ser social, necesita de vivir en comunidad y relacionarse con sus semejantes. En las ciudades siempre ha habido lugares de encuentro, ocasionales o espontáneos en los que se daba lugar este tipo de actividad.

A partir de la revolución industrial se da un gran desarrollo tecnológico, un aumento de la demanda de mano de obra en las grandes ciudades y por consiguiente un aumento de población en éstas debido al traslado del campo a la ciudad. Aquí empieza la deshumanización de las ciudades.

Las ciudades crecían, no de forma natural y espontánea como venían haciéndolo hasta entonces, sino como una máquina más de aquella revolución industrial. Una máquina que debe funcionar a la perfección para ser lo más eficiente posible, hay que dar solución al uso de las nuevas tecnologías como el automóvil y otros medios de transporte que antes no tenían cabida. La ciudad que antes era para el ser humano empieza a ser una ciudad pensada para las máquinas, en la que los habitantes se acaban convirtiendo en una pieza más. Antes la ciudad se adaptaba a la sociedad, ahora la sociedad se tiene que adaptar a la ciudad.

Lo que empezó como proyectos utópicos futuristas de ordenar a las personas ocupando el menor espacio posible y dejar espacio para el automóvil se ha hecho realidad. Una instantánea del documental me recuerda de inmediato a la 'ciudad vertical'.

La ciudad se ha covertido en un lienzo en el que mostramos lo que somos capaces de hacer, como una competición en la que buscamos superarnos haciendo estructuras y obras de ingeniería que otros no han realizado antes, el edificio más alto del mundo o el puente más largo.

Parecen maquetas a escala real con las que alguien se ha dedicado a jugar. El movimiento moderno y su ruptura con el pasado ha tenido mucho que ver en todo esto. Me acuerdo de ciudades como la de Brasilia, que parecen proyectadas como una exposición de esculturas ordenadas según un patrón, que verdaderamente no responde a un modelo de ciudad entendida para las personas que la habitan. Ciudades incómodas.

En el documental se lanza una pregunta que me hace reflexionar. ¿Qué es ser moderno? Parece que lo moderno implica avances, nuevas tecnologías que antes no existían, nuevas infraestructuras, nuevo estilo de vida. Creo que hoy en día ser moderno es otra cosa, ser moderno creo que implica responder a las necesidades de tu tiempo de la mejor manera posible, y visto está que las ciudades hoy en día no funcionan de manera correcta. La gente no vive cómodamente en las ciudades, están pensadas en todos los ámbitos menos para el peatón, que ocupa el último papel. Están desapareciendo los rincones de barrio y los lugares de encuentro en las calles. El hecho de no poner un banco en la calle hace que sea sólo de paso. Las zonas residenciales se van a las afueras y aumenta el tiempo de desplazamiento, lo que hace que disminuyan las relaciones y los encuentros en las calles. Pienso que hoy en día la modernidad está en reinventarse y volver al origen, volver a pensar en la persona más que en la máquina en un tiempo en el que la máquina nos satura. Nuestra necesidad ahora mismo es la de tener ciudades para las personas. Vivir de manera más comoda y relajada en un espacio que nos permita desarrollarnos plenamente como personas.Tiene que haber historia en las calles y la historia está donde hay personas.

Me gusta uno de los proyectos sobre el que se habla en el documetal. El caso de Christchurch en Nueva Zelanda. El terremoto fue una oportunidad para corregir los errores del pasado, que se hacen tan evidentes cuando se le pregunta a la población sobre la ciudad en la que les gustaría vivir. Una ciudad de baja altura, a una escala más humana, tan distinta a la que tenían. El nuevo proyecto de ciudad busca volver al origen, donde las ciudades eran creadas para las personas, una ciudad más viva. Además, no se esperan a que la ciudad se reconstruya para que pasen cosas en ella. No hace falta que esté construida por completo para que se una ciudad, empieza a ser ciudad en el momento en el que la gente empieza a vivirla.