Una vez elegidas las tres parcelas donde se actúa, se asigna cada una a los diferentes miembros del grupo.

En primer lugar se analiza y se redibuja la ocupación de la parcela más pequeña, situada además en el extremo occidental entre las tres. (José Antonio Costela Mellado):

Las medidas de la parcela son 4507 m² (0.4507 ha), y con una superficie bruta total de 5864 m².

En primer lugar se opta por una ocupación de baja densidad (aprox. 30 viv/ha, en este caso 29 viv/ha). Éstas se disponen de manera lineal, abriendo grandes espacios de tránsito peatonal y espacios verdes, respetando los valores de la ciudad, no sobrepasando la altura de las viviendas en dos plantas en ningún caso.

En segundo lugar se implanta la misma tipología de viviendas anterior, reduciendo los espacios haciendo que la amplitud tanto de las viviendas como de los espacios de tráfico peatonal así como los espacios verdes sean más angostos, pero sin renunciar a ellos; pudiendo llegar de esta manera a una densidad media (aprox. 60 viv/ha, en este caso 62 viv/ha).

En tercer lugar, volviendo a la tipología de vivienda primera, se vuelven a abrir grandes espacios verdes y peatonales, pero en este caso mezclando estos lugares con diferentes equipamientos, situando los mismos en la zona central de la parcela, de manera que funcionen como los hitos locales que hagan girar la manzana entorno a ellos. Además, el interior de la manzana se convertiría de esta manera en un punto de encuentro, ya sea interior o exterior.

En segundo lugar se analiza y se redibuja la ocupación de la parcela más grande, situada además en medio de las tres (María Espejo Jiménez):

La parcela tiene una superficie bruta de 11843 m² (1.18 ha).

En primer lugar, se parcela la manzana con una tipología residencial de baja densidad, con aproximadamente unas 30 viv/ha sobre parcela bruta. Puesto que se trata de baja densidad, se proponen numerosos espacios comunes: dos plazas totalmente públicas y un espacio central, entre las dos hileras de viviendas, para los habitantes de ellas.

En segundo lugar, se parcela la manzana con tipología residencial con una densidad de viviendas media (60 viv/ha aprox.). En este caso, para no reducir el tamaño de las viviendas, no se dota de espacios comunes y se crean dos nuevas calles que permiten el acceso a las viviendas.

Por último, se pide parcelar atendiendo a una necesidad de complejidad tipológica, con vivienda unifamiliar, plurifamiliar, equipamientos, etc... Se propone una serie de edificios organizados en torno a un espacio público. Al norte se sitúan dos bloques, uno de ellos destinado a viviendas, y otro a oficinas y comercios (estos bloques no deben sobrepasar la altura de 3 plantas para no desentonar con el entorno). Al sur encontramos una series de viviendas unifamiliares adosadas, y parcelas para que el habitante tenga mayor libertad de elección.

En tercer lugar se analiza y se redibuja la ocupación de la parcela que se sitúa en el punto más oriental (Francisco Javier Coleto Taramal):

La parcela tiene una superficie bruta de 5832 m², indicadas en el plano de situación (0.58 ha).

En primer lugar, se parcela la manzana con una tipología residencial de baja densidad, con aproximadamente unas 30 viv/ha sobre parcela bruta.  Se disponen dos hileras de viviendas con jardin propio, vinculadas a las calles laterales, y se crea un espacio público interior para fomentar las relaciones entre los vecinos de la manzana.

En segundo lugar, se parcela la manzana con tipología residencial, pero en este caso se dota de una densidad de viviendas media (60 viv/ha aprox.). Se disponen hileras de viviendas perpendiculares a las calles laterales para facilitar accesos y aprovechar terreno. Cada vivienda cuenta con un espacio de jardin propio.

En tercer lugar, se parcela atendiendo a una necesidad de complejidad tipológica, con vivienda unifamiliar, plurifamiliar, equipamientos, etc... Se dota a la zona de equipamientos de una mayor escala atendiendo a sus usos.

Por último, se redibujan las relaciones existentes entre todas las parcelas, adoptando diferentes soluciones para dar respuesta a la complejidad de solucionar la ocupación conjunta de las tres parcelas. Para ello, se combina la ocupación en vivienda unifamiliar de tipología de baja densidad con el Superblock y con diferentes equipamientos.

Las viviendas unifamiliares se dispondrían en los extremos de la “Megamanzana”, por una mera cuestión de accesibilidad. En el centro (color rojo) se sitúan los Superblock, que dejan libre su planta baja para comercios. En color naranja se distinguen el resto de equipamientos. Se intenta crear espacios en recodo, exteriores, cambiando zonas de acceso peatonal y de acceso rodado, haciendo que la circulación entre los equipamientos, comercios y viviendas sea cómoda. Además, se abren zonas verdes a la ciudad, convirtiendo estas zonas en puntos de encuentro ambiguos, entre lo privado y lo público, con el objetivo de fomentar las relaciones sociales.