La ciudad fruto del movimiento moderno tiene la capacidad de adoptar cualquier edificio. Se pierde el concepto `Genius Loci`, estas ciudades modernas invitan a abandonar las fundamentales referencias propias de cada lugar.

¿Hasta que punto el urbanismo debe romper unilateralmente con lo que la historia, ya sea con mejor o peor criterio? En la actualidad, las ciudades que tenemos son resultado del modernismo, nos guste o no, es lo que hay, tenemos que intervenir en ella para intentar recuperar los conceptos y las referencias que conecten la ciudad moderna con la ciudad histórica, quizá no sea necesario hacer borrón y cuenta nueva, y si enfrentarse al problema y resolverlo.

Aquí surge una contradicción de la interpretación del modernismo, se admira la ciudad existente y sus diferentes elementos pero se proyectan zonas urbanas sin referencias, sin conexión con la misma, fruto de la especulación desmesurada.

Es fundamental tener una posición definida clara de los profesionales responsables y preparados para diseñar las ciudades, siempre cuyos argumentos principales tengan por encima de todo la función social y sostenible de la arquitectura y el urbanismo. Sin una posición firme frente a los poderes financieros y políticos no se puede luchar para cambiar las ciudades, no siendo así, seremos simples ejecutores de la especulación.

En definitiva la arquitectura no se entiende sin el urbanismo, del mismo modo que un lienzo condiciona a la técnica que utiliza un pintor para desarrollar una obra determinada. Si la base, el urbanismo genera una infinidad de elementos que se repiten y se olvidan del lugar y el territorio, la arquitectura tenderá a lo mismo, a desentenderse de su contexto.

Las ciudades históricamente han surgido del caos, según lo define Koolhas, y es esa intención por normalizar o redireccionar el caos surgen las ciudades actuales. la naturaleza es caos y funciona de una espectacular, asombrosa. Los arquitectos y urbanistas debemos soltar la mano del poder.

En definitiva, no se puede hacer buen urbanismo o buena arquitectura sin contar con todos los agentes a los que van destinadas, cualquiera de ellos que quiera imponer su, seguramente subjetiva propuesta, como única e inmejorable volveremos al punto de partida que se critica en este artículo.