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El texto “Trazar el territorio” de Gómez Ordoñez se escribe en 2005 y trata en su contenido de enumerar los factores a tener en cuenta a la hora de enfrentarse a un planeamiento urbano a nivel de trazado.

En el trazado de la ciudad hay que relacionar los lugares de esta, procurar que los vacíos entre los edificios se llenen de vida pública y de colectividad, es subdividir en funciones la jerarquía de los trazados, es definir los límites y cómo van a ser, y de aunar todo lo anterior y no desfilar alejado del pasado para no perderse en el futuro.

El texto se divide en seis partes, que podrían ser cómo capítulos; El primero habla de la relación de los lugares dentro de una ciudad y destaca el concepto de hito cómo referencia de las direcciones y forma que tiene que tener el trazado, de relacionar los hitos de la ciudad entre sí a través de este.

 En el siguiente usa el término trenzar para relacionarlo con el urbanismo segregado de los 60 que mediante la sobre extensión del territorio no trata al trazado como un lugar de relaciones colectivo ni de hibridación, sino que lo condena a una mera línea de comunicación entre dos lugares.

Los dos siguientes apartados hablan del trazado en su condición geométrica, como ejes que ordenan y organizan el territorio para que sea más fácil usarlo y disfrutar de él, referenciándose al sistema romano de cuadrícula.

Y por último habla de que para trazar un territorio hay que aunar todo lo anterior en un ejercicio de síntesis que mantenga una relación contundente con el pasado.

La idea de ver el trazado urbano como una relación de todos los estímulos de una ciudad y no cómo una línea que une dos puntos separados, de hacer ciudad y proyecto urbano en base a las calles es una forma humilde, nada elitista y realista de tratar la crisis de la figura del hombre en las ciudades que aún hoy sufrimos, y de devolver algo que es de todos a todos y no a unos pocos que pueden permitirse comprar un coche, cómo el famoso le Corbusier planteaba.

El uso de un transporte privado debe de hacerse en vías privadas mientras que el uso de transporte público debe hacerse en las públicas, otra cosa es que el monopolio del transporte urbano lo tengan las empresas automovilísticas a través de los automóviles, pero no de ja de ser capital público que se construye y mantiene, y de vías que se desgastan por el uso de un capital privado como es el vehículo.