Proyecto: Urban Games 2016
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
.
Con “La ciudad no es un árbol”, el diseñador, arquitecto y urbanista Christopher Alexander , en
1965 nos habla de cómo la organización de las ciudades no puede estar rigidizada por patrones excluyentes de posibilidades y limitados por fuertes condicionantes multiformes, que eso forma de hacer ciudad se agota por la monotonía y la capacidad de interacción y curiosidad que define por naturaleza al hombre.
Si es verdad que en nuestra mente todos los complejos estímulos que percibimos como una maraña de sensaciones más o menos dispersas se ordenan y clasifican por etiquetas, comparaciones y similitudes, precisamente porque es la mejor manera que conocemos para entender y sentirnos seguros en el mundo que caminamos. Pero nuestra inagotable tendencia a entender todo lo que nos rodea, el placer que sentimos al descifrar sonidos olores o cualquier tipo sensaciones en nuestro día a día, es el principal condicionante para escoger donde vamos o que miramos. La riqueza de un espacio y las cualidades sensoriales que surgen en el de forma aleatoria, es lo que nos atrae con más frecuencia hacia un recorrido o un lugar en concreto.
Rigidizar y subjetivar el trazado de una ciudad hace que las posibles relaciones que se generan dentro de él sean muy previsibles o monótonas, haciendo que tengan menos riqueza y nos sean menos interesantes, haciendo con el tiempo que desaparezcan, precisamente porque no sacamos nada de ellas, no nos aportan nada.
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