Rem Koolhaas nos habla de cómo debemos entender el urbanismo después del periodo de descontento y decepción que vivimos. Nos encontramos en un periodo en donde reina el desprecio al urbanismo por el fracaso de no saber dar respuesta al rápido crecimiento que han sufrido nuestras ciudades en los últimos años, y con la única herencia de proyectos de ciudades que ya son irreales y son imposibles de llevar a cabo.

No podemos encerrarnos en las utopías del urbanismo antiguo y un continuo odio y desprecio a la realidad presente. Hay que apartar la cobardía de afrontar dicha realidad. El urbanismo ha desaparecido porque es incapaz de aceptarla y se aferra a sus ideales y a sus teorías sin darse cuenta de que dichas ideas ya no se pueden aplicar.
Debemos entender que “urbanismo” ya no consiste en macro proyectos que pretenden tenerlo todo bajo control, con la definición de todos y cada uno de los límites y escenarios. La actualidad va más por el camino de micro proyectos en donde se deje espacio a la incertidumbre. Pequeños toques de acupuntura en las ciudades que sean capaces de generar nuevos movimientos o sistemas en ellas sin poner límites a las circunstancias que se puedan desarrollar en un espacio o entorno, sino dejar al ser humano actuar en libertad. Proporcionar al ser humano escenarios con potenciales atractivos para ellos en donde puedan desarrollar muy diferentes actividades y dejar que actúen conforme a su libertad. De esa manera haremos que ciudadano entienda como suya esa ciudad, ese espacio, ese escenario, puesto que ha hecho de él lo que necesitaba que fuese como usuario de la ciudad.