El texto consiste en la comparación entre las ciudades que denomina como naturales que son aquellas que han crecido de forma expontánea y que siguen, según él, una trama de semirretículo, y aquellas que surgen de forma artificial y que siguen una "trama de árbol". Con esto quiere hacer una reivindicación a aquellas ciudades que lejos de haberse formado de una forma meramente aleatoria, han conseguido mediante la interrelación de sus elementos hacer de ellas espacios que seducen, que llaman la atención del ciudadano, que consigue establecer relaciones entre sus habitantes. Y esque es aquí donde reside realmente el encanto de una ciudad, en su capacidad para hacer que aquellos que la habitan puedan interracionar con ellos mismos y con la ciudad. Esta superposición no se crea al azar, sino buscado el bien estar y cubrir las necesidades de los que la habitan, evitando así el caos. Cuando hablo de este tipo de ciudades se me viene a la mente enseguida Italia, o el centro histórico de Toledo, que he visitado recientemente. Lo que nos gusta de estas ciudades es que lejos de seguir un patrón, se muestra diferente a cada paso que das. 

El problema de las ciudades modernas se puede observar claramente en planta. Lejos de parecerse a aquellas ciudades que crecen de una manera que parece arbitraria (aunque realmente sigue el camino de las necesidades humanas) estas ciudades crecen creando retículas, dividiendo, seccionado, siguiendo un extricto órden. Como se muestra en el texto en el ejemplo del libro de Hilbersemer en el que buscaba la naturaleza de las ciudades en campamentos militares marcados por la disciplina y rigidez. El ser humano es espontáneo, es pasional; por este motivo no tiene sentido encerrarlo en ciudades dirigidas por lo estático y controlador, nos gusta el cambio. El problema de estas ciudades es que están muy organizadas pero muy poco interrelacinadas.

En las ciudades naturales, no todo está mezclado al azar, sino que cada uno ha creado su propia zona familiar de ciudad. Esto es lo que hace que cada espacio tenga su propia atmósfera y nos de esa sensación de ciudad en continuo cambio. Y es esto también, a mi parecer, lo que hace que otras grandes ciudades como pueden ser por ejemplo Brasilia carezcan de este encato. Puesto que es una ciudad compuesta por edificios que, tal vez, nos podrían atraer por su grandeza y monumentalidad si los estudiamos individualmente. Pero que sin embargo, centrados en su egocentrismo pierden la interrelación con el resto de elementos de la ciudad, lo que hace que esta pierda enormemente su encanto. Se crea una ciudad que, probalemente sea agradable de visitar, pero a mi gusto no lo es de habitar, incluso deja de serlo a la hora de pasearla y vivirla.