Me ha parecido interesante el enfoque de la ciudad: un lugar colectivo y en el que el más mínimo detalle ayuda a definirla.
El autor, al describir este lugar idílico, hace hincapié en las distancias. La isla está diseñada para la comodidad, para poder desplazarse andando de una ciudad a otra. Además, le da especial interés al agua, un elemento que interviene en el trazado y en el ensanche, en este caso, de Amaurota. Adquiere gran valor no solo como elemento definidor de la misma, sino como recurso, llegando, incluso, al punto de proteger el nacimiento del río y modificando su cauce para el uso y disfrute de todos los ciudadanos. El mar, aunque tranquilo, es peligroso. Se usa como elemento defensivo de la ciudad y sólo puede ser atravesado por los utopianos, que lo conocen. También, al tratarse de una isla, define ese lugar, esa isla con forma de luna creciente. Nos dice que todas las ciudades son iguales, lo único que hace que se produzcan diferencias es la topografía. Esto hace que el terreno adquiera gran importancia, ya que, en mi opinión, aunque el hecho de que todas las ciudades sean iguales hará que exista igualdad entre los colectivos, también puede provocar monotonía y aburrimiento.
En este texto, se nos muestra cómo el trabajo colectivo ha dado lugar a la existencia de este sitio. Todo está organizado para que se trabaje conjuntamente sin llegar a la explotación. Los agricultores se turnan, los veteranos adquieren el trabajo de instructores, para que los agricultores lo adquieran al año siguiente, y los funcionarios le proporcionan lo necesario sin ánimo de lucro. Sin duda, es un lugar para vivir en comuna, sin interés propio. Pero si por algo es idílico, a mi parecer, es por las personas que allí viven, pues lo realmente difícil es que todos los habitantes piensen lo mismo y no haya una sola persona con intereses. Me parece extremista que todas las casas sea iguales y se hagan rotaciones cada cierto tiempo. Un hogar es un hogar porque está pensado para que satisfazca nuestras necesidades y, para ello, la personalización es algo fundamental. El no tener un espacio propio, además de ser incómodo por tener que estar mudándose una y otra vez, anula al ser humano independiente. Además, me parece contradictorio, porque menciona un concurso de belleza de huertos y jardines. Entonces, si se busca la propiedad colectiva y el trabajo conjunto, ¿por qué se genera competitividad y personalización con esto?
En definitiva, resulta grato el hecho de que se proponga un lugar donde el interés y la envidia no tienen cabida, un lugar en el que las ciudades están verdaderamente pensadas para los ciudadanos, pues son ellos quienes las construyen, donde nadie tiene una vida dura dedicada al trabajo. Es decir, un lugar donde existe igualdad. Pero la igualdad es llevada a un extremo en el que se provocan efectos adversos para el ser humano. Los seres humanos necesitamos igualdad en derechos y obligaciones, en cuestiones sociales y económicas, no en lugares; ya que, de esta manera no hay diversidad, no existen pequeños rinconces desconocidos y sorprendentes.