UTOPIA DE VIENA

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La necesidad de preservar el medio ambiente hoy es admitido por todos. Hay que actuar para limitar la expansión urbana descontrolada, lo artificial de las tierras, la destrucción de los paisajes, que son tanto nocivos para el planeta como para la calidad de vida de cada uno. Sin embargo hacemos frente en paralelo a un crecimiento de la población, a una necesidad de viviendas y a un mejoramiento esperado de la comodidad, que necesitan siempre de la ventaja de un impuesto territorial para la construcción. ¿ Cómo conciliamos estos dos problemas, sino favoreciendo la densificación? Es lo que propone nuestro trabajo gráfico, imaginando una utopía futurista para la ciudad de Viena. La densidad puede contribuir aumentando la calidad de vida, pero para que sea aceptada, hacen falta contrapartidas. En primer lugar un tratamiento cualitativo de los "huecos": paseos, jardines, plazas... que participan en el armazón urbano y aseguran las continuidades con el existente. Permiten integrar la naturaleza en ciudad, y contribuyen, con arreglo a su dimensión, con arreglo a su diversidad y con arreglo a la calidad de su organización, atenuando la impresión de densidad de los barrios de la ciudad. El vegetal es un factor determinante en el sentido de la densidad. La ciudad ideal es a menudo asociada con la naturaleza, pues es importante aportar una atención particular en los espacios verdes, en su preservación, su fortalecimiento o su compensación en el diseño del proyecto urbano. El carácter mixto es también propicio a la aceptabilidad de la densidad. La intensidad urbana puede ser creada por el encuentro de formas y de órdenes tipológicas variadas. También hay que pensar los espacios en término funcional de carácter mixto, pensar la organización para poder reunir allí varias funciones: vivienda, comercio, oficinas, ocio, etc.... Ha sido escogido aquí construir mayoritariamente por encima del existente con el fin de no hacer tabula rasa del pasado. Las nuevas formas urbanas densas híbridas e intermediarias vienen poco a poco para crear los diferentes estratos de la ciudad que se quedan en contacto y comunican en numerosos puntos. La densidad es también mejor aceptada si la movilidad se facilita. La elección hecha aquí es la de disminuir el uso del coche para favorecer comodidades de acceso a los peatones, los ciclistas y nuevos transportes públicos, vías a diferentes niveles, de pasarelas. La calidad urbana densa debe así tomar en consideración calidad de uso, calidad paisajística, comodidad de los espacios y conciliar aspiraciones individuales y demandas colectivas.