En el prólogo de la versión castellana del tratado "town planning in practice", Raymond Unwin, 1909. escrito por el afamado urbanista Manuel de Solá-Morales, el arquitecto catalán pretende introducirnos lo que desarrollaría más ampliamente Unwin, haciéndonos ver como los problemas que arrastra el urbanismo moderno se avisaban hace más de 100 años aunque no se quisieron escuchar.

Para Unwin todos los aspectos configuraban un entorno urbanístico y no se debía dejar nada a la improvisación, el espacio entre edificios, los lugares colectivos, las delimitaciones de las parcelas, vallas, muros... Elementos que a priori se podrían identificar como propios proyectos individuales, para Unwin formaban parte del proyecto urbanistico, de un todo.

Unwin trató de unir los dos urbanismos confrontados de su época, una rama urbanística basada en la ortogonalidad y la geometría, y otra rama informalista, basada en el lugar, el contraste y la diferencia, para ello optó por una solución que unificase ambas corrientes, siendo capaz de concebir un urbanismo eficiente a todos los niveles, que además aportaba belleza y sutiles matices sobre los elementos prácticos en la organización del espacio. 

Esto es mucho más facil de decir que de hacer, al propio Unwin, pionero en la aplicación de estas ideas radicales para su época, se le acusó de conservador y medievalista por utilizar un lenguaje arquitectónico cercano al gótico inglés. 

El urbanismo que promulgaba Unwin iba de lo particular a lo general, buscando alejarse de lo que hoy tenemos: ciudades genéricas, sin identidad, en donde el urbanismo "de masas" ha borrado su identidad y tradición para implantar tipologías surgidas a miles de kilometros de distancia. Para Unwin es de lo particular, de los pequeños matices y detalles de donde nace el verdadero significado que aporta la parcialidad y la necesidad de identidad que el buen urbanismo necesita.

Es muy interesante leer un prólogo de hace 30 años sobre un libro de hace 100, y entender a la perfección los problemas que señalan y ver que se sigue haciendo de esa manera, a pesar de que se trata de avisar y poner medios para que eso no pase. Quizás es debido a la competitividad y a la sociedad consumista que necesita ser la mejor, la primera y la más rapida, avanzar hacia delante sin ningún miramiento, dejando atrás a la historia, con el único objetivo de llegar más lejos que los demás, sobreexplotando los recursos de los que disponemos, a las personas, y en la mayoría de los casos también a la arquitectura. Quizás todavía no se comprenda del todo que las personas, la sociedad y las ciudades necesitan un ritmo de adaptación para los cambios, para entenderlos y poder desarrollar sentimientos de aceptación y apego, y que cuando no se respetan esos tiempos el urbanismo (en este caso) se vuelve un tema ajeno y casi intimidante, que pierde identidad al no identificarse con nadie ni con nada más que con un avance hacia ningún sitio.

Si al salir de esta escuela logramos comprender de verdad los temas de los que hablaba Unwin podremos decir que tenemos la base para transformar el urbanismo moderno.

Fotografía extraida del proyecto "search" by neumoral.