Este relato utópico comienza con la descripción del territorio en el que se encuentra Amaurota, es decir, que la consolidación de una ciudad ideal comienza por el emplazamiento, por establecerse en un territorio con recursos, accesible a la vez que defensivo y bello.

Por otra parte, la utopía se centra en otros aspectos fundamentales para su funcionamiento: una estructura política y social, una concepción singular del trabajo y de la propiedad, la organización residencial y el ornamento. Este tipo de relatos utópicos funden los conceptos de urbanismo y política, ya que se establece una estructura de funcionamiento tanto para la arquitectura como para las personas.

Los planteamientos del trabajo y la propiedad privada en el texto rozan las ideas comunistas y anarquistas, donde el ciudadano es un engranaje más que hace posible el funcionamiento de la ciudad.

Desde mi punto de vista, este tipo de textos exagera ciertos aspectos (en concreto el trabajo y la propiedad) hasta situaciones complicadas de compaginar con el sistema actual de las ciudades. Sin embargo creo que el objetivo de esto es despertar el interés del lector para imaginar nuevas estructuras de poder, para que este juzgue lo que considera correcto y lo que no, para que sueñe con un futuro distinto. Personalmente pienso que la individualidad del ser humano es imprescindible, las personalidades son características, los gustos y aptitudes; imagino una utopía más individualista, que permita el desarrollo del ciudadano (sin dejar de lado ciertas tareas colectivas), que apueste por la diferencia en lugar de por la armonía repetitiva.