Manuel De Solà-Morales es un teórico del urbanismo español. Como urbanista ha sido una figura esencial en Barcelona y en esta entrevista realiza críticas constructivas acerca de las ciudades en su contexto general.

Para él la piel de las ciudades es un aspecto tremendamente influyente en su trabajo profesional, la materia de la ciudad (en su sentido más amplio) concede de significado a la metrópoli. Ese sentido de cómo establecemos contacto con la ciudad conlleva a darle esa carga valorativa a la materialidad.

Por otra parte menciona las esquinas como lugares interesantes, lugares de intersección, de encuentro… pero no se le da esa importancia, tal vez si las convirtiéramos en espacios públicos, como puntos céntricos de la ciudad, acabarían teniendo un impacto mucho más interesante.

Así mismo, comenta acerca de la arquitectura. Hay muchas posiciones en torno a este tema, los medios de comunicación influyen en esta actividad, como lo es también la política. En ocasiones gana más una publicidad y el contenido de un mensaje de prestigio que hacer buenos edificios en sí. O bien, el hecho de tener que dar una buena imagen pública para el promotor resulta una desgracia para la arquitectura, donde el fin es únicamente hacer un edificio sorprendente. Se trata de realizar un desafío intelectual y práctico con ilusión y pasión.

En la obra de urbanista, De Solà-Morales aborda una seria de puntos entre los que cabe destacar: el sentido de pertencia, haciendo que la ciudad pertenezca a la persona, la emoción en la diversidad, un equilibrio en medio de un cierto desorden como en el caso de Cádiz, materializar la ciudad…

Finalmente trata el tema del turismo como una invasión que cambia la atmósfera y el ambiente de gran parte de la ciudad. El turismo da vida a la metrópoli y es enriquecedor pero en ocasiones el ciudadano se siente marginado. Sería conveniente encontrar ese punto medio entre ciudad-ciudadano-turismo que favorezca a ambos.