Solà-Morales en su entrevista dice que cuando planteamos un proyecto hay que ver la piel de la ciudad, plantearse cada lugar como si se estuviese en él, pero nunca fijarse en las apariencias. La gente que vive en un lugar se identifica con él, cuando paseamos por la ciudad la sentimos como si fuera nuestra y en muchas ocasiones nos puede generar recuerdos. Por eso, desde mi punto de vista, nunca hay que perder esta esencia, la ciudad tiene muchos detalles y hasta el más mínimo nos puede llamar la atención.

Desde la arquitectura se puede influir para que cada persona sienta ese espacio como propio. Por ejemplo, abrir grandes edificios públicos a la ciudadanía para que esta pueda vivir en ellos y relacionarse en estos espacios y no crear espacios en los que uno no se fija al pasar. 

Muchos centros de ciudades están cambiando la población porque los ciudadanos ya no sienten la ciudad como suya, muchas veces debido al turismo y entonces se van de un barrio en el que al vivir tanto tiempo habian creado un vínculo. Sienten estos espacios como suyos y, por tanto ,los cuidan.

Como conclusión, creo que nuestra misión  es incorporar cosas básicas para que los ciudadanos no pierdan el vínculo con un lugar y que además la gente de fuera que llegue al lugar sienta también este vinculo y se creen buenas sensaciones. En muchas ocasiones nos identificamos con un lugar, aunque sea diferente a nosotros.

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