Koolhaas hace una reflexión de la respuesta al crecimiento de la ciudad, que es un mal urbanismo.

Es descabellado pensar que no se tiene en cuenta el entorno ni las necesidades de las personas que habitarán las ciudades.

Éticamente se deberían construir espacios en los que los propios urbanistas habitarían, olvidándose de los estrechos patios de luces sin privacidad, solo para aumentar el número de viviendas en una parcela.

Se habla que este puede ser un problema de tiempo, ya que el crecimiento demográfico está siendo muy rápido, sin embargo yo hablo de economía.

El estudio a realizar de estas necesidades debe de ser humilde y con infraestructuras capaces de cambiar y adaptarse a la realidad.