Koolhas comienza quejandose de la densidad demográfica y de como destruye cualquier plan urbano, lo que ha hecho que los urbanistas nos demos por vencidos alegando la imposibilidad de crear una buena civilización debido a nuestro desprecio hacia ella tal y como es y de nuestros pensamientos utópicos. 

Para el nos hemos rendido al caos de la ciudad y la compara con un ordenador, y a nosotros con jugadores de ajedrez, que aunque lo sigamos intentando siempre seremos vencidos pues la ciudad siempre termina encontrando una escapatoria y desmorona nuestros planes.

Volviendo al principio, piensa que el crecimiento demográfico nos da pistas sobre lo que debemos hacer, no podemos poner limites en nuestras ideas por mejorar puesto que estos seran reventados, si no que debemos planear de forma interminable, indefinida e imaginativa, ya que lo urbano no se basa en lo nuevo, en el "creacionismo" si no en la correcta modificación, adaptación y el incremento.

Lo que consigo entender es que no se puede hacer la ciudad, ya que esta crece por si sola en el caos y destruiría cualquier plan por salvarla, pero si podemos ayudarnos de su inevitable cambio, usandolo en nuestro beneficio, no podemos controlarla pero si guiarla por el mejor camino aunque este sea la incertidumbre.