El texto plantea de una forma paradójica la enorme necesidad de la actuación urbanística hoy día y, aun así, la desaparición que la misma está sufriendo.

Podemos sentir la decepción del prestigioso Rem Koolhas en sus palabras mientras puede ver cómo las ciudades crecen desmesuradamente silenciando a cualquier tímida propuesta de organización o control: ''los profesionales de la ciudad son como jugadores de ajedrez derrotados por un ordenador''.

Puedo compartir su pensamiento referido a la profesión del urbanista en el siglo XXI. A mi entender, el arquitecto condena a la cobardía y a la falta de compromiso como causantes de la pérdida de importancia de dicha profesión. Ante un mundo prácticamente distópico en cuanto a esta materia se refiere, el caos y la ambición han hecho agachar la cabeza a más de uno, resignándose frente a algo que piensan que no pueden afrontar. Y tampoco les falta razón... pero Roma no se hizo en dos días.

Como Koolhas declara, la arquitectura nos ha seducido a todos, y nos ha hecho olvidar la importancia de pensar en la influencia y relaciones que puede tener una intervención, quedándonos pensando en la belleza de un '' objeto aislado''.

Al menos, el texto acaba de una forma positiva y motivadora, instando a las nuevas generaciones a luchar por el urbanismo y a ver ese caos como una fuente donde volcar la imaginación.

Sin duda me ha hecho reflexionar y a ver las cosas desde un poco más arriba.