El concepto de utopía es claro: una ciudad perfecta, sin inconvenientes, con una sociedad pacífica, donde desaparezca la propiedad privada y donde se rechace los conflictos entre las personas.

Tomás Moro en este texto trata de explicar un ideal de sociedad (todas las ciudades son iguales, ninguna es más importante que otra, todos se disponen a trabajar en mejorar dicha armonía) Sin embargo ¿Es posible determinar una ciudad donde todo está en su sitio y funcione a la perfección? ¿O donde todas las personas son realmente felices? Resulta difícil de responder, puesto que esto es simplemente una ilusión de ciudad, un ideal.

Por otra parte la utopía es libertad, pero existe una línea muy estrecha entre libertad y limitación… para que exista una ciudad perfecta los ciudadanos han de tener una serie de limitaciones, de obligaciones, aspecto que implica una pérdida de esta.

La ciudad perfecta no existe pero el sueño de esta es lo que realmente mueve a la sociedad a poder mejorar las condiciones de la ciudad.

Tomás Moro plantea una ciudad en la que los ciudadanos están destinados a ser lo que deben ser, y no tanto lo que quieren. Debemos como arquitectos acercarnos lo máximo posible a esta concepción ideal. Estas situaciones nos pueden ayudar para  ser realistas y que nos sirvan como apoyo con el fin de llegar a una sociedad en la que realmente nos gustaría vivir.