La novela de Tomás Moro gira en torno a la vida en una comunidad ficticia que rompe con los valores del mundo occidental. La forma idealizada de describirla hace que se trate de una utopía.

La vigencia de la propuesta es indiscutible, aunque resulta mucho más sorprendente conociendo la fecha de su publicación, principios del siglo XVI.

No considero el planteamiento de T. Moro como un intento de crear un sistema de aplicación directa, sino como una dura crítica al feudalismo. Crear una comunidad imaginaria, que se opone a la propiedad privada, las clases sociales, las desigualdades… es una forma de poner en valor los problemas a los que se enfrentaba la sociedad de la época.

Se trata de una invitación a tener una opinión crítica, a poner en duda los valores políticos, sociales y económicos de cada época. Se considera, por tanto, una obra con una gran actualidad, a pesar de separarse medio siglo de nuestros días, ya que al no ser alcanzable una sociedad utópica, la capacidad de mejora siempre será una opción.