Manuel De Solà-Morales escribe sobre Raymond Unwin, un influyente urbanista y arquitecto inglés, el cual debatió aspectos del urbanismo que en la actualidad se continúan planteando. Estos aspectos hay que cuestionarlos todo en un conjunto, ya que una ciudad es un conjunto de dichos elementos que la caracterizan.

 

Habla de la importancia en la convivencia del informalismo y del formalismo, en el que no hay un estilo definido que es aplicable a todas las ciudades, ya que cada una de ellas hay que estudiarlas a fondo y saber definir de manera correcta lo que es conveniente para cada una, siendo cada ciudad única y bella por esa convivencia de lo formal y lo formal, con diferentes aspectos. En esto último es en lo que radica las particularidades de cada ciudad y por lo que cada una de ellas se considera distinta y especial.

 

Unwin piensa que la arquitectura debe dar soluciones y respuestas a los problemas que se nos presentan, de dotar a la ciudad de un orden, una jerarquía y  variedad, yendo desde lo particular a lo general, pero sin descuidar la evolución informal y bella que tuvo esa ciudad y puede seguir teniendo, encontrando ese equilibrio específico entre el formalismo (ordenado, sencillo) y el informalismo (natural, intuitivo).

 

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“Así sería la ciudad de Kahun en el Antiguo Egipto. La cultura, el clima y el territorio determinan la forma.” 

 

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