La autora Rosa Barba nos expone como usamos la geometría como una forma de abstracción de idea de ciudad y como esta nos ayuda a organizarla y crear ejes, calles, de comunicación. Estos ejes son lineas que transcienden y corresponden a un espacio singular. Pero no podemos olvidar que estos ejes de unión son calles que conectan una zona con otra creando un flujo de movimiento.

Hay una frase de la autora que dice: '' necesitamos un espacio para algo mas que para movernos y un sitio para acumular las imágenes de lo que llamamos un lugar central ''. No podemos dejarnos llevar por la idea de que una calle solo sirve para unir espacios sino que también son espacios con una gran interconexión social. En ellos podemos evitar la repetición y dejar florecer el caos que toda actividad social lleva consigo mismo. Aunque a veces tendemos a dejar espacios vacíos en la unión de zonas de la ciudad, no podemos dejarlos como muertos sino explotarlos y enriquecerlos. Es como la tensión que se genera en los extremos de una gran calle, un eje principal de la ciudad los cuales hay que dotarlos de cierta importancia y protagonismo. Estos epicentros se convierten en focos de conexión y sirven de orientación a los individuos que la habitan.