En estos vídeos, se nos muestra la importancia que pueden tener los espacios según el uso al que estén destinados, como espacios en desuso pueden llegar a ser espacios de una gran importancia de reunión de gente con una pequeña intervención. Además se pueden diferenciar los espacios dependiendo si están destinados a peatones, coches o ambos.

Una buena solución respecto de la convivencia del coche con el peatón podría ser la expuesta en el video de calles compartidas, donde coches y peatones compartirán los espacios, no hay señales que definan los límites y además los coches irán con más cuidado, reduciéndose la probabilidad de que ocurra un accidente. Pienso que sería acertado ya que así hay una mayor interacción entre usuarios y  además al pasar más lentos observamos mejor nuestro entorno. Pero no todas las calles deben de ser calles compartidas, depende de las calles, unas serán mejor para coches y otras para peatones, porque en algunas  ocasiones el coche se utiliza para transportarnos de una manera rápida de un lugar a otro y al ser compartida esto no sería posible y en otras el paso del coche puede ser incómodo para el peatón, por ejemplo en el Paseo de los Tristes. Por eso podría ser interesante la idea que nos proponen en el vídeo de superblocs en el que la mayoría del tráfico va por el perímetro exterior a una agrupación de manzanas para una circulación más rápida y en las zonas interiores hay un acceso limitado del coche, de esta forma el coche pasa a un segundo plano y el peatón tiene más prioridad.

Para concluir, me gustaría recalcar la fuerza que tiene la calle como elemento aglutinador de relaciones, algo que como podemos ver en los vídeos los edificios en altura carece al no tener una salida directa a la calle y como en cambio al crear espacios agradables o rehabilitar espacios que antes estaban en desuso se crean espacios donde surgen relaciones.

IMAGEN: http://www.ciudadobservatorio.com