Kevin Lynch habla en el texto sobre que “la auténtica cuestión no es plantear si los sitios deben ser o no planificados, sino en qué grado y medida deben serlo”.

Nos hace pensar sobre cómo debe de ser el proceso de planificación de un lugar, ya que no es algo independiente al emplazamiento, el entorno o las relaciones y usos ya existentes. Hay que analizar el lugar, los valores de este y las diferentes variantes y hábitos de la sociedad, también pensando en cómo se quiere mejorar e influir de un modo adecuado.

Tenemos que tener en cuenta el problema que presentan muchas ciudades y es el espacio existente en el que se puede intervenir, esto no quiere decir que en un espacio reducido se intente albergar una gran cantidad de población, si no que este espacio, por ejemplo, sea una buena zona de paso, amable y útil, sin ser necesaria la estancia.

El caso contrario sería cuando se hacen grandes urbanizaciones, carreteras y espacios públicos en zonas de nueva construcción con gran espacio, sin atender que esos lugares tendrán un largo proceso de adaptación en el lugar y la aceptación o no de la población, llegando de nuevo a errores de planificación.