El texto, como crítica llamativa, sirve para abrir el curso de diálogos y poner sobre la mesa diferentes elementos que entran en el juego del urbanismo. En concreto, la reflexión sobre la turisticación de Oporto abarca aspectos no tan arquitectónicos, sino más sociales, que provoquen una reflexión más popular sobre el problema sin perder de vista análisis más específicos que ayuden a forjar nuestra propia opinión.

Plantea un problema que está "a la orden del día", incluso en nuestra propia ciudad, Granada: la turisticación, o efecto disneylandia. Esto es, la reconversión de la ciudad en algo puramente turístico, un objeto, un escenario que aprovecha la llegada de un "público" de mayor poder adquisitivo para expulsar a lo autóctono. El caso de Oporto es especialmente llamativo, principalmente por su velocidad y contemporaneidad: no siempre ha sido una ciudad turística, sino que desde que se descubrió gracias a internet para el gran público ha iniciado ese proceso de transformación hacia algo artificial.

En mi opinión el mayor problema ahora es que esto no llegue a un punto de no retorno. Se plantea la ciudad como objeto de un público, una audencia que quizás cambie, y con ella el objeto caiga en desuso. La solución no es sencilla, la vuelta atrás parece prácticamente imposible. Y es que pienso que este interés por el turismo a corto plazo no va a cesar, por lo que el efecto no va a hacer otra cosa sino acentuarse. No puede servir para otra cosa sino para tomarlo como ejemplo y aprender de ello.