Proyecto: Urban Games 2017
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
El espacio de relación por antonomasia que tienen las ciudades para que los ciudadanos se relacionen es la calle, el problema es que lo hemos olvidado.
La calle de hoy día consiste en las grandes avenidas francesas de varios carriles con fugas en las que la vista se pierde en la nada. La idea de calle compartida nos obliga a generar espacios más en relación a la escala humana y con la capacidad de ser hibridas en sus usos, esto nos capacita no solo para desplazarnos como lo hace un vehículo, sino como personas, describiendo trayectorias no rectilíneas (aceras) sino en trayectorias sinuosas conquistando el territorio arrebatado por el coche, obligándolo a parar y a circular a una velocidad más asumible.
La fotografía corresponde a una calle comercial del centro de Ámsterdam en la que se observa el funcionamiento de la calle compartida. En el centro se sitúa el tranvía que aparece y desaparece otorgando un espacio útil, por eso no encontramos aceras, porque cuando el tranvía pasa los ciudadanos pueden circular de un lugar a otro sin necesidad de semáforos ni pasos de peatones.
En conclusión la calle compartida se basa en que del caos se obtienen el orden más estricto.
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