Tras la descripción que el autor hace de una ciudad ideal, perfectamente organizada, autosufientes e incluso en la que no existe propiedad privada, la primera duda que se nos plantea es: ¿pero de verdad existe una ciudad inmejorable? Por supuesto que no, la ciudad perfecta y utópica no existe.
Detrás de la idea de utopía siempre hay unos límites de las libertades de la gente. Se imponen obligaciones hasta la pérdida de la libertad y es por ello que lo utópico puede convertirse facilmente en lo distópico. -“Eres libre y por eso estás perdido”, decía Kafka.-
Distopía utópica debiera ser el término para utopía o distopía, porque nunca será solo una de ellas para todos.
Pero es que al fin y al cabo, las utopias son motores de cambio pues nos hace crear necesidades de cambios mediante transformaciones sociales y tecnológicas que nos hace cambiar la forma de relacionarnos. Debemos ser criticos porque sino caemos en la monotomía y se pierde la esencia ('quien conoce una ciudad, las conoce todas' como dice el autor).
Pero sí es cierto que la idea utópica de esta ciudad pone en relación 'realidad' y 'sueño'.Entonces, ¿tiene sentido perder el tiempo en soñar utopías? La respuesta es que sí que lo tiene, si obviamos la solución y ponemos atención a los problemas, entonces conseguiremos avanzar y progresar.