En este texto, hay dos conceptos que sinceramente me atraen mucho: el formalismo, referido a todo aquello que conlleve legislación y el informalismo que tiene más que ver con el contexto.

Para mí, el informalismo debe predominar siempre sobe el formalismo, ya que el informalismo representa al ciudadano de calle, pudiéndose adaptar al terreno, a la topografía propia del lugar. Solá Morales ya introdujo esta idea en el texto número 3, ya que, para él, la figura del arquitecto se rige más por un patrón legislativo, buscando un prestigio o reconocimiento internacional.