Mi reflexión sobre el texto está en la facilidad de las corrientes económicas para utilizar la arquitectura como un recurso en el que apoyarse, en este caso, una corriente liberal o de especulación.
Es llamativo que no haya en el gremio de la arquitectura una opinión consensuada para detener las burbujas económicas cuando su desarrollo es evidente.
Creo que la cuestión de la gentrificación y la masificación del turismo es un problema que en los próximos años debe hallar una solución, en caso contrario en unos años, cuando la burbuja no se sostenga, las ciudades sufrirán otra crisis como modelo.
A fin de cuentas el objetivo debe ser un modelo de ciudad cuya economía no dependa únicamente de un sector, y este dotada de las competencias para equilibrar las inversiones que se hacen en sus sectores, no dependiente exclusivamente de la voluntad económica de terceros.