Proyecto: Urban Games 2017
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
A nivel prácticamente mundial y en muchos aspectos, somos una cadena de errores de complicada solución que no hacen más que agravarse. Errores que han sido, y siguen siendo, fruto de la codicia, la nefasta planificación, el escaso interés por las personas y la naturaleza, el culto supremo al dinero, el elitismo y el egocentrismo.
Pero el ser humano es un animal sumamente inteligente y tiene la capacidad de salir de cualquier problema si pone toda su mente y su sensibilidad en ello, sean de la escala que sean.
Si hablamos en términos de escala humana/urbana, se produce un claro reflejo de ésto.
Hoy día, la mayoría de las ciudades en todo el mundo siguen pagando las consecuencias de una mala creación por parte de unas malas mentes. Esto puede aplicarse a su crecimiento, estructura en general, su funcionamiento, su imagen, sus planes de futuro...
Por ejemplo, una constante negativa que se repite a lo largo de todo el vídeo es el diseño de la ciudad para el automóvil y no para las personas. ''Mides lo que te importa''. Muchas ciudades se han construido o modificado aportando una clara o absoluta prioridad al automóvil, el que supuestamente sería el emisario del futuro humano. Enormes vías de múltiples carriles para conseguir 60km/h de circulación, apuñalamientos urbanos para abrir nuevos accesos, diferentes alturas en autopistas... todo se ha inventado y todo se ha aplicado ya para el vehículo privado.
Con el paso de los años, nos hemos dado cuenta de que estas estrategias han acabado convirtiendo a las ciudades en propiedad de los coches, y no de los humanos. Para más inri, en la práctica ha resultado que cuantos más carriles se construyan, mayor es el trafico y peores son los flujos producidos.
Pero, ¿y qué hay para las personas?. Estas ciudades no son ciudades para ''estar'' en ellas. Y sus formas de vivir aíslan completamente al individuo, haciendo que pase su vida encerrado en un alto edificio de apartamentos, justo como el resto de habitantes. Sin embargo, las ambiciones de las altas esferas ha acabado generándolas de tal manera, y creando también un falso ídolo y competencia entre otras ciudades nacientes. Es, por ejemplo, el caso de China, con una cultura antigua de enorme riqueza, pero que ha acabado sucumbiendo a la globalización y a la imagen de ciudades como Nueva York.
Con las personas, el efecto que se produce en cuanto a sus espacios es justamente el contrapunto positivo al del automóvil. Cuanto más espacio se aporte al ciudadano, más personas lo utilizarán, mayor cantidad de relaciones se producirán y mayor será la explosión de vida. Es el caso de Copenhage, ciudad con 350km de carriles-bici que todos utilizan, generando así el encuentro social y la enorme disminución del tráfico privado.
Estas ciudades de ''no estar'' ya mencionadas se han quedado anticuadas, y el mundo entero se ha dado cuenta. Las previsiones fallaron, las promesas no se cumplieron y hoy nos toca a todos enmendar los errores de ciudades que no hacen feliz a nadie.
A lo largo del vídeo, miembros del estudio de Jan Gehl exponen ciertos casos de ciudades deshumanizadas, así como algunas estrategias claramente esperanzadoras que se están llevando a cabo en ellas para hacer ciudades expresamente para las personas.
Como caso particular me gustaría hablar de la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda.
Se trata de una ciudad que sufrió un terremoto desolador que vio necesaria la reconstrucción de todo el centro urbano. Los arquitectos, hábiles, decidieron llamar a la población para ver qué querían en sus vidas en lugar de volver a construir todo tal y como se hallaba anteriormente, ya que ese modelo claramente había fracasado.
Mediante las opiniones de las multitudes pudieron darse cuenta de que casi toda la población pedía lo mismo. Grandes zonas verdes públicas donde encontrarse, edificios de baja altura, calles peatonales por donde poder pasear... todo lo contrario al sector de ciudad erigido antes del terremoto.
Con esta historia decido quedarme con un mensaje claramente optimista: de incluso la peor de las tragedias pueden obtenerse las mejores soluciones. Y como dice el nombre del capítulo, ''hacer feliz es algo sencillo, y barato''.
Todos los casos aparecidos en este documental son pedazos de historia que debemos conocer. Quizá no nos den la solución exacta para otros conflictos futuros, pero como mínimo nos hacen ver qué cosas son las que no han de repetirse.
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