Aunque cada vez hagamos menos el gesto de pensar hacia el futuro de una forma optimista, sí miramos hacia atrás, a lo largo de la historia siempre han existido intentos por anticiparse en el tiempo, mediante la creación de imágenes futuristas, fantásticas o de hiperrealismo. De estas imágenes podemos obtener esos modelos ideales, planes, proyectos o sistemas optimistas que son irrealizables antes de su formulación, como lo son las utopías. La arquitectura como definición habla sobre lo construido o edificado, mientras que la utopía se refiere a lo no existente.

En arquitectura, han sido varios los que han dejado de lado el arte de contruir, para expresar, investigar y recrear espacios arquitectónicos completamenre imaginarios mediante papel y lápiz.

De esta forma hemos podido contemplar infinitas visiones alternativas. Todas estas ideas utópicas distan mucho de la realidad, pero para nosotros la utopía es completamente necesaria para seguir soñando con un mundo mejor, buscando soluciones para nuestro futuro.

El texto nos hace reflexionar sobre lo que sería una ciudad y sociedad ideales.

A mi parecer, para una sociedad perfecta, debe de haber cierto equilibrio, ya que no todo el mundo tiene las mismas ideologias ni las mismas ambiciones. Por tanto, para ser un plan perfecto, no debe perderse la libertad personal de cada ciudadano.