Proyecto: Urban Games 2017
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Este texto creo que encierra muchas enseñanzas además de que resulta muy fácil de leer. Su autor nos describe una comunidad ficticia, Utopía, ubicada en un territorio inexplorado, cuyos habitantes viven bajo un clima de paz y armonía. Una imagen que nos remite a una visión amable del mundo, tanto más gratificante cuanto más contrasta con la dura realidad vivida. Pero, ¿es realmente así? A decir verdad, la condición de los habitantes de Utopía dista mucho de ser la ideal: son individuos normales y corrientes, tan viciosos o virtuosos como lo pudiéramos ser nosotros. Creo en una sociedad tan planificada y regida por normas tan cerradas camufladas en principios ideales de igualdad y colectividad; se priva a los ciudadanos a tener decisión, ambiciones, de querer evolucionar en la vida y que paradójicamente es estamental. Un ciudadano está obligado desde que nace hasta que muere a dedicarse a la agricultura y ganadería, pasando obligatoriamente por dos años en el campo, además de no poder habitar y hacer suya una casa, con sus enseres, con espacios personalizados y adaptados para cada individuo por mucho tiempo. No todas las personas somos iguales, como tampoco lo ha de ser la ciudad y sus elementos. La Utopía es algo monótono, aburrido, simple. La ciudad a la que debemos aspirar no es esta. La ciudad ideal para el urbanista pienso que debe ser la que recoja el mayor grado de diversidad, valorando todas las particularidades de sus elementos y que por supuesto, no se aísle, sino que se nutra de conocimientos e intercambios con sus países vecinos, que abra sus puertas al mundo.
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