Proyecto: Urban Games 2017
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Leer este texto me ha hecho recapacitar sobre la situación actual de muchas ciudades.
El turismo, está llegando actualmente a unos niveles deshumanizados que no ayudan realmente a la ciudad, aunque pareciera lo contrario.
Como dice en el texto, las ciudades están perdiendo su identidad. Los lugares que visitamos, en muchas ocasiones, no son los que realmente eran históricamente. En realidad, son “escenarios” que recrean una ciudad perfecta para el turista, que se adapta totalmente a este y construye en función a sus necesidades.
Esto es lo que pasó en Oporto a finales del siglo XX, a partir de la gran crisis económica que afectó a las ciudades industriales europeas. Ante esta situación Oporto se convirtió en una ciudad de economía basada en el turismo, y llegando a ser en la actualidad uno de los destinos turísticos destacados.
Pero como dice en el texto, “¿qué ha ocurrido con la ciudad real?”. El Oporto actual no es real, es una ciudad adaptada a las necesidades de los turistas, por tanto, la ciudad que visitamos no es realmente lo que creemos, sino una adaptación para nosotros.
Esta elección de ser un lugar turístico puede traer consecuencias en el futuro, ya que esta ciudad depende económicamente del turismo, y si algún día dejara de tener tanta afluencia de personas podría volver la situación que quisieron evitar hace años. Además, las consecuencias no son solo a nivel general, sino a nivel particular, ya que como dice el texto, muchos residentes naturales de la ciudad han decidido o se han visto “obligados” a dejar sus viviendas en el centro debido al aumento turístico, que trae consigo aumento de los precios de viviendas y de bienes básicos, más ruido, cambio de las costumbres tradicionales para adaptarse a los turistas, etc.
Este texto me ha hecho corroborar una de mis ideas, que es que cada día más personas deciden viajar a destinos “vírgenes”, ciudades menos conocidas a las que todavía no ha llegado esa “gentrificación”, las cuales mantienen sus orígenes y sus tradiciones desde que se crearon y que evolucionan de forma natural según las necesidades de su población, y no en función de los turistas.
¿Pero qué pasará si estos destinos se hacen tan populares que acaban convirtiéndose en un “Oporto”? Creo que esto dependerá de la ciudad, de las decisiones que tome si esta situación llegara a pasar. Puede que no decida depender del turismo y seguir su curso natural. En este caso no ocurriría lo mismo que en Oporto.
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