En la manzana se puede observar una gran variedad de usos, entre los cuales destacan la restauración, con bares, 

locales de copas, restaurantes, cafeterías etc. Éstos se encuentran concentrados, sobretodo en algunas zonas, como muestra el dibujo, 

en las cuales existe una concentración de los mismos llegando incluso a monopolizar algunas calles. Tambien los comercios monopolizan algunas zonas, variando desde una gran superficie que ocupa el edificio entero a bajos comerciales. Usos como la educación tienen una menor importancia en la zona, y solamente está el Archivo Nacional como edificio singular, tras la plaza.

 

 

Spangen Housing

 

 

En este caso la manzana es exclusivamente residencial, por lo cual no existen usos excepto el del edificio central, que probablemente responderá a un uso diferente del de edificio residencial (pero desconocido) aparte de ello lo que caracteriza a la manzana son las zonas verdes, abundantes, y entre las cuales destacan las centrales con un carácter de espacio más común y menos propiedad. (Por el contrario los otros jardines, aun propiedad de todos, estan más ligados a una zona concreta de la manzana y más cercana a los usuarios.

 

 

Comparativa.

 

Es más que evidente la diferencia entre una zona caracterizada por muchos locales comerciales bajos, negocios establecidos, hoteles, centros comerciales, plazas, con unamanzana traquila, con un carácter más introspectivo, cuyos espacios van más dirigidos a los usuarios que vivien en la manzana que a todo aquel que pase por alli, al que no se le ofrece nada y que solo pasaría o para acortar o para visitar a alguien.

 

Mejora de la manzana de Edimburgo

 

 

Con la ampliación de las calles, haciéndolas más anchas, y la conexión con las calles principales se proporciona un mejor acceso a muchos locales interiores. Al ser este el carácter de la zona, que aprovecha muchos locales bajos para comercios, esas zonas se revalorizarían en ese sentido, acudiendo un mayor público por su fácil acceso (ahora bastante escondido) El aumentar la anchura de las calles las oxigenaría, hacíendolas lugares más agradables para el paso.