Tendemos a dar por hecho que las ciudades suelen funcionar como si de un esquema se tratase. Pero una ciudad no puede estructurarse de tal manera, pues siempre aparecen relaciones y conexiones mucho más profundas de las que ofrece un esquema-árbol, como si de una retícula se tratase.
Esto se hace visible en la distinción que el autor realiza entre las ciudades 'naturales', las que han crecido de manera espontánea y que crecn según las necesidades humanas, y las 'artificiales', las pensadas como un árbol, totalmente planificadas y organizadas.
¿Pero está todo realmente ramificado, dentro de algo y englobado?
Un ejemplo a nivel urbano sería el hablar de árbol- no árbol en un espacio público, como puede ser una calle central cualquiera de Granada (calle Mesones por ejemplo). Sería un no-árbol pues esta idea de no-árbol nos invita a pensar que esa calle se puede usar de muchas formas pues hay grados de libertad (la calle, el espacio, lo permite, pues es para peatones y vehículos). Una estructura de árbol prohibe libertad.
En una vivienda, por otro lado, es por una parte no-árbol porque hay varios núcleos dentro, pero lo que se hace en uno de los núcleos se puede hacer también en otros núcleos.
Por tanto, en cualquier estructura hay estructuras no-árbol y árbol, sólo que nosotros decidimos qué predomina.
Por tanto, a nivel de un plan de una ciudad, ¿cómo se puede planificar una ciudad? Tal vez no planificando tanto, pues los planes deben ser más procesos que una finalidad.